sábado, 3 de marzo de 2012

Solo es cuestion de politicas

Las luces de neón prenden fuego mi cabeza, las venas saltan al compás de una música que ni siquiera escucho y mi carne, violácea, muerta pide heroína “baratita”

Es el orgullo lo que mata, algunos comen y otros no tienen dientes, son la vergüenza del gobierno que los mantiene olvidados, mientras se escabullen como ratas. Políticos bien arropados y sus culos de oro, decidiendo, debatiendo sobre nada, leyendo el periódico matutino cada mañana y rascándose el higo a dos manos (por no repetir “el culo”). Miran a través de sus lentes, ojos que ocultan secretos, y mucha mierda estereotipada. Solo el olvido los mata. Da igual

Veo mucha locura mundana, hasta no saber si duermen o están muertos, de cualquier manera la vida puede ser una muerte lenta y sucia, muy sucia.

El parlamento aprueba………
Exterminar a los vagabundos, hacer más cárceles, cobrar más impuestos y exonerar las inversiones, para poder vender más vaquitas y pasar el chivo.

La marihuana brota del cemento y abunda en Uruguay, todos proclaman su libertad fabulosa. Los traficantes se hacen “la America”. Putos y más putos salen a defender su posición sexual y se hacen cada vez más putos. Desfilan pidiendo “no a la desigualdad, yo soy gay, vos no”. Liberación de maricas por doquier. Muchos pitos y culos con olor a cera depilatoria.

Hippies modernos retomando protestas olvidadas, de porque el agua para el mate no esta caliente en la estación de servicio y el LCD no prende. Hipócritas convencidos de un idealismo lejano a ellos, de una época original. Reparten su filosofía clonada. Vulvas peludas recorren penes artesanales, con muchas lucecitas de colores.

Chicos y chicas Vips con cara de seres humanos, En sus BMW, visten ridículos, momias se mueven con electrónica freak. Soy TOP, TOP. Viejos laburantes que duermen, soñando con el futuro prometedor, el ahorro, el trabajo. Mientras la nube de humo cancerigeno de los cigarros hace destellos en la noche. Estoy en “la barra de punta y voy al punta Shopping”. Vivo con la ñata contra el vidrio.

El ocaso y sus colores, la belleza. El cielo se tiñe de un rosa pálido con tonitos púrpuras. La noche, las estrellas, la luna flotando en la ambulancia publica, la falta de oxigeno.

jueves, 1 de marzo de 2012

Buscandome

Desesperado busco el calor de sus piernas, ella sabe que ese olor rancio de miel amarga en el aire significa libertad. Otra vez aparece el tipo esquizofrénico que me señala con el dedo, me dice: no lo hagas. Odio tener que darle la razón. Me voy, camino por las calles vacías, escupo y me rasco la cabeza. Busco algo pero no se qué.
Fusile me abre la puerta de su casa, me escucha y se echa a reír. Sabe que no le cuento la verdad porque soy un mentiroso. Me tocó el hombro. Soy un poco homofóbico y eso me dio asco porque el hijo de puta estaba en calzones. Hace un tiempo su hermana era mi novia. Vaya que buenos tiempos, el sexo era bueno y la comida también. Me conoces; dijo mirándome a la cara, sabes que no me gusta dar consejos. Cerré la puerta, más bien la golpee fuertemente en su rostro y me fui.
Otra vez me encontré caminando solo por el maldito barrio, la lluvia me moja y los zapatos parece como si hablaran en algún idioma. Me froto los hombros con las manos. Ella sale corriendo de la casa y me encuentra. Su mirada no era de las mejores. Dijo; ven pasa, estas horrible. La miro y me rio, sigo caminando, el asfalto está hundido en agua. Prendo un cigarro y puedo ver el humo elevarse por mis labios. Me siento en el cordón y miro el cielo, no hay luna, solo nubes negras, silencio. Pienso en putas, en la cama que me espera y en el crujido de la leña al prender la estufa.
Llego y me emborracho, bebo hasta tarde sin pensar en nada.
Algo perturba mi mente. Me levanto y me arrastro por la cama como una babosa herida, agarro los puchos y prendo uno. Me tranquiliza. La vida es un rompecabezas, al que le faltan piezas. Bajo las escaleras y pateo el jarrón de porcelana fría. Después de todo, ¿para qué lo quiero ahí? Es la violencia intelectual que me afecta como a un jodido cabrón.
Fusile llamó, le gusta molestar cuando no lo necesito. Atiendo. Puteadas van y vienen. Su nariz está rota. Lo entiendo.
Otra noche, el barrio sereno, las calles húmedas y yo. Cuesta prender el cigarro. Paso por su casa, la luz azul de la televisión me hace ver lo que más temo. Desde su ventana la miro, la odio en silencio, como ella lo hace conmigo. Es hermoso odiar a alguien. Baje mis pantalones y meé en su puerta, una señal de desprecio demencial. Doy el adiós. Ella mira televisión y yo fumo en la lluvia, mientras mis pasos se pierden bajo la tenue luz amarrilla. Sigo buscando ese algo que me molesta, sigo pensando. Otra vez bebo hasta tarde, porque amo ser una babosa en la mañana