jueves, 24 de diciembre de 2009

Lucifer

Lucifer baja del cielo y me susurra al oído cosas que no quiero escuchar, porque a veces es mejor no saber la verdad aunque moleste un poquito en el lado izquierdo de mi pecho. Quiere comparar mi alma pero sospecho que no la tengo. Le escupo el rostro y se ríe, después de todo va a tener tiempo para la venganza. Y yo que sigo vivo y todavía manejo los cinco sentidos, voy aprendiendo a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, después de todo es eso lo que potencia al cuadrado las ganas de vivir. Y al final lo espero, sentado bajo un árbol en un cordón de piedras, con un poco de alcohol en la sangre para juntar coraje y escupirle el rostro nuevamente, no para provocarlo, solo porque lo disfruto

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