Mi Navidad no mágica

Debe de ser la noche de verano o un insomnio pasajero que no me deja dormir, la oscuridad me asusta un poco, mantiene el miedo latente y eso me enorgullece un poco. Yo solía creer en Papà Noel y los Reyes Magos, armaba el arbolito para que me dejen esos misteriosos regalos que no tenían origen y también preparaba el pasto con agua para que los camellos bebieran ya que el camino era muy largo para una sola noche. Solía soñar con ellos, me imaginaba cosas, los dibujaba y realmente los admiraba. Pero claro, como todo lo bueno de este mundo tuvo que acabar. Todo empezó en la escuela cuando esos niños que se creían mas inteligentes alardeaban con que no existían y otros decían que si existían. Yo me mantenía al margen, no emitía opinión para no meter la pata pero muy en el fondo estaba convencido de que eran reales. Hasta que un día mis viejos me dijeron que eran ellos los que hacían todo. Fue bastante duro romper todo eso que ya me había imaginado pero fue mas duro darles la razón a los otros niños. Así fue como la navidad perdió el sentido para mí, ahora es solo una escusa para estar en familia. Nunca me intereso demasiado el sentido religioso de la navidad pero si fue un día mágico donde todo era posible y donde todos los niños, sean pobres o ricos, obtenían su regalo misterioso. Pero ahora que se que nada de esto es cierto cuesta creer y disfrutar a pleno de la navidad, ese día tan especial, ese día mágico, que de mágico no tiene nada. Y hoy es navidad pero siguen las guerras