2 DE AGOSTO

Y yo daba el adiós como lo último, como si me estuviera despidiendo de vos para siempre. Un beso en la mejilla y las paz me acogió en sus brazos, ahora si puedes ir tranquilo, fue larga la espera, pero ya no quiero hacerte esperar más, fue rápido el adiós para tan intensa lucha. Miro a mí alrededor y todo es amargo, todo se refleja en el cristal y se difracta en muchos colores. Ahora tengo esa responsabilidad de ser el único en saber que te estás yendo y ese enorme peso del secreto que me ata la boca. Y así esperar con la cara empapada en lágrimas apoyada en la almohada tratando de ser fuerte. Me siento culpable de no haber compartido más tiempo con vos, era muy chico y a veces se me olvidaba, pero me hace sentir más culpable saber que vos no te olvidaste mío y me esperaste para dar la despedida, aunque sé que nunca quisiste hacerme sentir así. Gracias por darme esa oportunidad, gracias por ser como fuiste conmigo .Me acuerdo cuando me prometiste vivir 100 años, y si vos no pudiste vivirlos, yo los voy a vivir por vos. Y yo daba el adiós como lo último, como si me estuviera despidiendo de vos para siempre, pero nunca imagine que era el principio, era una bienvenida, porque ahora sé que estás conmigo en todos lados, todos los días y siempre. Ahora sé lo que quisiste decir con “si Dios quiere”, en esos momentos no le daba importancia y lo daba por obvio, pero así aprendí que la vida trae sorpresas. Hoy es tu cumpleaños, sería el numero 80, en mi corazón lo festejo porque sé que estas ahí. Un beso te mando como tu nieto y un abrazo como un amigo