sábado, 19 de septiembre de 2009

Inventaba el fin del mundo

Recuérdame aquellos tiempos, alguien inventaba el fin del mundo y yo rozaba tu piel para sentirme seguro, el velo de tu cuerpo derramaba locura hasta que me volví un esquizofrénico. Recuérdame porque lindo es recordar y también olvidar. Cuéntame cómo era yo, como era el mundo. ¿Por qué ha cambiado tanto? Atrévete a decírmelo con tus labios, Porque hoy estoy hilando fino, camino por el mapa de la vida y respiro aire puro, veo el sol que baña la pradera que mañana no estará y regocijo un tesoro perdido que está en mi corazón. Algunas espinas duelen, cortan la piel con total sinceridad y alivian la presión. Paisajes hermosos puedo recordar, no más de los que he olvidado, y es que mi cuerpo se acelera en esos momentos y pierdo el control. Buena vida y hasta luego, eso te digo yo. Recuérdame que bueno era para hacerte sentir bien, porque la vida me ha anulado un poco y ahora soy como un tornillo mal templado por quebrar. Ven, tócame y verás que no miento, no te asustes, estoy un poco frio. Mil mariposas vuelan en el aire y yo ya no respiro, se posan en mí para darte una señal, esperanza, paz y algunas otras cosas. Y todos tratando de inventar el fin del mundo y yo me adelante un día.

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