jueves, 22 de octubre de 2009

Un soñador

La muerte ya no asusta, solo a veces me hace pensar un poquito, el ser humano es el que me sorprende cada día más aunque creo que voy perdiendo esa capacidad de asombro día a día. Pero la naturaleza no es perfecta y eso me desanima un poco más. Y es que veo esa crueldad en ojos ajenos, esa crueldad que tal vez me pertenezca un poco a mi también aunque me de asco. Poco a poco se va muriendo la esperanza, y es a esa muerte sutil, cósmica, esa muerte existencial, silenciosa a la que realmente le temo. Y si algo voy aprendiendo es que de a poco la vida te moldea y los sueños se evaporan y uno nunca vuelve a ser el mismo. La piel la tengo sana pero llevo en el alma cicatrices que no cierran y algún puñal en la espalda que no se ven a simple vista pero duelen tanto. Y si algo me enseño la vida es que me volví más cobarde, pero sigo siendo un soñador

1 comentario:

  1. hola! me gustó, yo escribí algo similar de alguna manera un vez..
    es único sorprenderte de las cosas que vemos a diario

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